Mi Experiencia con Manajro Linux Después de 3 Meses de Uso

Hace algunos meses comencé a utilizar Manjaro Linux usando KDE como entorno de escritorio y me pareció bastante bueno, superando en algunos momentos a Linux Mint, el aspecto de la interfaz, el uso cotidiano y la rapidez del entorno me agradaron bastante, pero conforme el uso diario fue transcurriendo esas bondades comenzaron a quedar opacas con algunos inconvenientes. Esta es mi experiencia de Uso de Manjaro Linux 17.1 durante mas de 3 meses en un ambiente de producción.

Mi Experiencia con Manajro Linux Después de 3 Meses de Uso

Primero quiero indicar por qué comencé a usar Manjaro y es que Linux Mint 18.3 comenzó a sentirse aburrido, como que algo le faltaba. De pronto veo Manjaro con KDE y siendo honesto me deslumbró. Probé algunas cosas que siempre utilizo y funcionaron sin problemas, probé que todos los paquetes que uso, pudieran ser instalados y si, pude tener instalado todo lo que necesito sin mucho problema, así que busqué en Internet sobre las ventajas de Arch Linux/ Manjaro Llinux y sus repositorios/software y quise probarlo. Los primeros días me dejaron bastante satisfecho así que decidí decirle adiós a Linux Mint y adoptar Manjaro Linux como mi distribución en mis equipos de producción, en mi laptop y en el equipo de escritorio que tengo en la oficina y esta es mi experiencia.

El Paraíso de las interfaces de escritorio: KDE

Las primeras tres semanas de uso fue realmente agradable, trabajar con Manjaro es una de esas experiencias que hace tiempo no descubría en una distribución Linux, KDE es un entorno bastante ágil aunque algo saturado de opciones, pero ese es el concepto de KDE.  La personalización del entorno es algo complicada, pero logré poner el entorno a mi entero gusto, con una apariencia que me agradó bastante y con los colores, fuentes, cursores y demás cachivaches que me permitió tener mi escritorio, podría decir sin exagerar, de ensueño.

La organización de mis aplicaciones y las opciones del escritorio con paneles, widgets y demás novedades de KDE fue algo que me sorprendió bastante. El gestor de archivos Dolphin es una navaja suiza con mil y una herramientas para poder recorrer todo el sistema de archivos de forma ágil y sencilla, mientras que las opciones sofisticadas (todas eliminadas de Gnome y otras que nunca llegarán) siguen ahí a un click de distancia.

Esto por mencionar algo, pero muchas de las características del entorno y de Manjaro en si, simplemente se ganaron mi aprecio y llevaron la experiencia de usar una distro Linux a otro nivel.

Así es como en estas semanas puede trabajar sin muchos problemas, algunas actualizaciones que no pasaban de unos cuantos paquetes, y todo funcionó sin contratiempos y simplemente me sentía muy satisfecho usando Manjaro.

La primera actualización rolling release

Manjaro es una distribución Rolling Release, que entre las ventajas de este tipo de distribuciones se menciona que nunca volverás a necesitar re instalar tu sistema para tener las última versión del la distro, simplemente realizas actualizaciones de los paquetes de software instalados para estar al día, pero esto es una verdad a medias y te voy a decir por qué.

En la cuarta semana comenzaron los primeros problemas, pero en verdad que estaba tan a gusto con el sistema que no me molestó afrontar estos «pequeños inconvenientes» para seguir usando Manjaro. Lo que ocurrió es que comencé a experimentar con el menú contextual de las aplicaciones KDE, algo así como lo que se veía en Unity en Ubuntu y como funcionan las Macs, donde los menús de las aplicaciones aparecen en un panel superior y no en el marco de las ventanas y se ve genial, pero, no funciona en todas las aplicaciones, una de ellas fue LibreOffice y en verdad fue una lastima, así que decidí quitar esas opciones del menú contextual y ahí comenzaron mis problemas.

En verdad me agradaba tanto esta forma de trabajar y de como se veía el entorno que busqué la forma de resolver ese inconveniente por varios días y luego llegó una nueva actualización, que pensé, seguro me va a ayudar a que esto o algún otro error se resuelva. Pues fue todo menos eso, pero sobre todo, fueron una serie de problemas que no tenía ni idea de donde salieron.

Primero las opciones en la apariencia de KDE para manejar el menú contextual desaparecieron con el update y no fue posible desactivar esa opción, la pestaña donde activaba o desactivaba esa opción ya no apareció y tardé 6 días en encontrar información donde KDE actualizó esto sin retro compatibilidad y con una «nueva forma» de gestionar este menú contextual, pero que no elimina la forma de configuración anterior y que la nueva forma también se vía afectada por las configuraciones anteriores… una soberana estupidez. Solo pude resolver esto hasta que encontré una forma de buscar en «todos» los archivos de configuración de las aplicaciones y modificar un parámetro de esta configuración y ponerlo a ‘False’, pero que los programadores de KDE decidieron que «no hacia falta» y ya no sería soportado en la nueva versión. 6 días perdidos y batallando por un update.

Los Problemas con Cosas que Ya Funcionaban

Solucionado ese y otros problemas pude trabajar sin contratiempos y sentí que ese mal sabor de boca había pasado y podría disfrutar de nuevo de un sistema estable y confiable para trabajar en el día a día. Y en realidad así ocurrió por un par de semanas donde en verdad disfruté trabajar con Manjaro, el escritorio es en verdad un joya, está bastante pulido y me da opciones y formas de trabajas que no he encontrado en otras distribuciones.

Una de esas características a las que me refiero son los paquetes de software y los gestores de paquetes pacman y yaourt. En verdad es genial como puedes instalar una gran cantidad y variedad de software sin el problema de los PPA de Ubuntu y solo con un par de comandos todo queda instalado, actualizado o eliminado sin contratiempos. Simplemente se realiza y se realiza muy rápido.

Pero de nuevo hubo un pero. Aparecieron de nuevo algunas problemas que me hicieron perder esa percepción de Manjaro como una distro estable. De la nada mi interfaz de red no podría mantener una IP fija, luego comenzó a no poder recibir la configuración por dhcp y terminé un día completo sin poder configurar la maldita interfaz. Y el error no tenía sentido, las configuraciones fueron las de siempre, los archivos de configuración tenían una configuración correcta y aun así no funcionaba. Terminé eliminando mi directorio home y creando una carpeta nueva y reiniciando el sistema para poder hacer que la interfaz de red funcionara de nuevo, simulando que era la primera ocasión que iniciaba una sesión con mi usuario. Que tiene que ver esto con la configuración de la interfaz de red? pues no pude dar respuesta a esta pregunta… pero al final funcionó.

El culpable de nuevo las mentada actualizaciones de de Manjaro. Primer Strike.

Las Cosas Dejaron de Verse Bien

Como mencioné, la apariencia de Manjaro con KDE es de lo mejor que he visto, las personalizaciones que apliqué dejaron un entorno que se me hacía demasiado cómodo, agradable y práctico… solo por esto había pasado por alto los problemas que había tenido hasta ahora. Vaya que cualquier linuxero que se diga serlo sabe que resolver problemas es algo que no quita el sueño, vaya que si algo deja de funcionar le busco hasta que se resuelve. Pero cuando haces una actualización no esperas que todo deje de funcionar, vaya que puede fallar algo, pero nunca esperas que todo el entorno sea vuelva simplemente inoperable y tener que recurrir a las terminales de texto con Ctrl+Alt+F1 para poder desbloquear el protector de pantalla por que la actualización ha causado que ya no es posible introducir la contraseña para poder desbloquear el protector de pantalla WTF!

Luego de poder iniciar la sesión te das cuenta que todas las configuraciones de la apariencia se han esfumado y solo se ve un escritorio parecido a windows 3.11 y una resolución VGA de 640 x 480 pixeles donde no puedes hacer nada. En fin lo que mas me agradaba e Manjaro terminó sin ser lo suficientemente estable para trabajar en mi ambiente de producción y aunque se vea bien, me ahorre tiempo y esfuerzo; si no puedo trabajar bien «todos los días» como lo he configurado, simplemente no me sirve… y aquí llegó el segundo strike para Manjaro.

Virtual Box, Vagrant y los Kernels… la Gota que Derramó el Vaso

En mi trabajo diario estoy involucrado con la creación de ambientes de desarrollo en Vagrant, para esto tengo que tener instalado Virtual Box y debo mantener algunos servicios al día por lo que al llegar las actualización debo poder trasladar esos y otros  cambios tanto en los entornos de producción, prueba y de desarrollo, así que no puedo perder tiempo, necesito que las cosas funcionen como se esperan.

Pues las mentadas actualizaciones fueron una pesadilla cuando llegó  las versión 17.1.8 de Manjaro, la actualización indicaba casi 1.8 Gb de actualizaciones que creí que sería sin mayor problema y la realidad es que tuve que volver a re configurar prácticamente todo lo relacionado a Virtual box, Vagrant y los entornos que menciono. Así que medio día perdido para poder hacer que todo volviera a funcionar… simplemente no puedo darme ese lujo. Este fue el tercer strike para Manjaro.

Otro incidente relacionado a esto, fue que tuve que recompilar un software que utiliza los drivers de la tarjeta gráfica por que las versiones del Kernel cambiaron y la nueva versión no tenía ciertas librerías que requería y tenía como dependencia, tuve que descargar manualmente una versión antigua de esas librerías y compilarlas a mano para poder hacer que este software volviera a funcionar.

Quien fue el culpable? Adivinaste, las actualizaciones de Manjaro.

Manjaro Tiene un Punto Flaco

Una de las virtudes de Manjaro resultó siendo su mas fuerte debilidad, al menos para mi. De lo demás no puedo decir nada mas que bondades y ventajas de Manjaro, el sistemas de paquetes es una maravilla, se descargan y se instalan super rápido y de forma sencilla.

Los paquetes de software son simplemente abundantes, todo existe para Manjaro y sino algún usuario lo sube al repositorio AUR y listo, lo instalas y funciona.

KDE y su interfaz da opciones por todos lados para hacer lo que tu quieras de la forma que tu quieres es algo genial, nada que ver con Gnome 3 donde cada vez hay menos características en las aplicaciones y parece que dentro de un par de versiones van a decir que ya no es necesario gestionar archivos que es una perdida de tiempo y que por esta razón y como los desarolladores de gnome creen que los usuarios son tan estúpidos que podrían eliminar algún archivo del sistema, la nueva característica de Gnome será en un futuro, que no habrá gestor de archivos.

Manjaro como sistema de entretenimiento, por ejemplo, en la laptop de casa está genial. Tiene una interfaz que a quien viene de Windows se le hace bastante familiar y hasta mas moderna y creo que para este tipo de equipos, es ideal.

Pero para mi equipo de Producción en la oficina, donde administro la infraestructura de IT de la empresa para la que laboro y que cuenta con un par de cientos de servidores y otros dispositivos de los cuales soy responsable para que operen como se espera, Manjaro tiene un punto flaco, un problema que me ha resultado infranqueable y es por lo que Manjaro dejará de ser mi distro de producción al menos en la oficina. ¿Adivinas cual es?

El Infierno del Rolling Release

Adivinaste, el gran inconveniente de Manjaro, el menos para mi, son las actualizaciones rolling release que se supone son para que no vuelvas a instalar tu sistema nunca mas, pero esa, es una verdad a medias. La realidad es que con estas actualizaciones terminas reconfigurando gran parte del software y del sistema  y con cada actualización mayor, al menos en las versiones que he pasado en estos meses, tienes que enfrentarte a situaciones absurdas como que las que te he descrito en este post. Si tienes el tiempo de aprender y resolver estos temas tal vez Manajaro sea para ti, en mi caso solo lo mantendré en la laptop de casa, la verdad es que me encanta como funciona, pero el mi ambiente de producción lo mantendré solo hasta que salga Linux Mint 19.

¿Cómo he podido trabajar con Manjaro en las ultimas 6 semanas? Solo dejé de aplicar las actualizaciones desde la versión 17.1.9 y hasta el momento trabaja de maravilla, pero eso  es algo que no me agrada mucho, quedar sin parches e seguridad no me llama mucho la atención.

Conclusión

Manjaro es una Distro Linux bastante pulida, para el usuario promedio tiene una de la interfaces mas atractivas y funcionales del entorno Linux, si solo usas internet, ves videos o algunas tareas cotidianas, Manjaro es una excelente opción. En mi caso requiero mas que eso, para mi, la estabilidad de una distribución es esencial, no solo necesito que se vea bien y que funcione bien, también necesito que siga funcionando bien conforme transcurra el tiempo y que cuando requiera hacer algo pueda confiar que el sistema va a funcionar sin problemas y si dejo algo compilando o copiando por 2 días al final solo vea el texto «Listo!» o «Done!» y no tener sorpresas «inesperadas».

Para este tipo de escenario Manjaro no ha superado estas pruebas y no ha podido proveerme la estabilidad que necesito en mi trabajo, es una lastima en verdad. Tendré que esperar a el lanzamiento de Linux Mint 19, y que también probaré, aunque desde ya varios años Linux Mint ha sido mi mejor opción y confío en que lo seguirá siendo.

 

 

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